TEMA
3.- LOS FIJADORES Y LOS PRODUCTOS DE EXTRACCIÓN
19/05/2015
José
Luis Vaquerín - Nez -
Introducción a los fijadores -
A pesar de que parezca
un sinsentido el uso de la palabra fijadores puede dar lugar a
equívocos cuando hablamos de la fijación. ¿Fijadores
o fijación? La respuesta está en las
definiciones que manejemos, los objetivos que nos planteemos y qué
pretendamos hacer. Hay dos modos básicos de entender la fijación:
a) La fijación como técnica que
permite prolongar el efecto en una fragancia de las notas
altas-medias-bajas usando para ello uno o más fijadores en
la base.
b) La fijación como objetivo para
reducir los índices de evaporación de los constituyentes más
volátiles para poder prolongar los efectos de la fragancia y
aumentar la cohesión de las notas del perfume, lo que permitirá una
evaporación coherente. Bajo este prisma, el objetivo clave
es la fijación gradual construyendo los acordes de
manera sólida con ingredientes de similar índice de volatilidad; la
volatilidad debe ser progresivamente decreciente según avanzamos a
las notas de base.
Los materiales que componen un perfume han de pasar
a la fase de vapor para que la nariz pueda percibirlos, por tanto el
proceso es de importancia capital en perfumería. La
evaporación está determinada por la volatilidad
del material, es decir, por la facilidad de ese material para pasar a
estado de vapor.
La regla de oro de la fijación es que a
mayor volatilidad, menor fijación; pero aquí puede haber
factores tanto físicos como químicos que alteren esta regla.
Siempre estructura y olor van unidos desde un nivel más micro de un
químico aromático aislado a un nivel macro de perfume terminado.
-A nivel físico: la fuerza de atracción mutua
entre moléculas es la base de la fijación y sustantividad de un
material; además es lo que determina el ÍNDICE DE EVAPORACIÓN de
cada material en distintas soluciones y superficies. Poucher (1955) y
Jean Charles (1961) basan sus métodos de formulación de perfumes
basándose en la volatilidad, sus escritos son un punto de partida ya
clásico para técnicas más actuales y una lectura totalmente
recomendable para cualquier persona interesada en el tema.
-A nivel de estructura química: a mayor tamaño
molecular (mayor número de átomos de carbono) menor volatilidad del
compuesto…con excepciones.
Las moléculas de oxígeno de un
grupo funcional pueden disminuir la volatilidad por un efecto de
polarización de la carga eléctrica: las moléculas polares se
atraen mutuamente-se asocian- reduciendo así su volatilidad; pero no
en todos los grupos funcionales se da el mismo grado de asociación
por polarización. Las asociaciones siempre son más fuertes cuando
existe un grupo hidroxilo -OH, ya que su presencia genera un tipo de
asociación especial llamada puente de hidrógeno, de gran
importancia para el efecto de fijación.
Un puente de hidrógeno puede retardar la
evaporación de las moléculas más ligeras y también puede acelerar
la evaporación de las más pesadas.
La polarización ocurre especialmente en los
alcoholes, ácidos orgánicos, esteres, aldehídos y ketones. Es
importante conocer aquí las reglas generales pero más aún las
excepciones frecuentes y singulares, para este aspecto los manuales
de química al uso son básicos. Un perfumista no tiene por qué ser
un experto en química pero debe manejar ciertos conceptos.
En síntesis: las moléculas grandes suelen ser más
persistentes que las pequeñas pero esto puede modificarse por la
presencia de grupos funcionales que causarán polarización y puentes
de hidrógeno. Cuando las moléculas son de un peso equivalente
tenemos que los hidrocarburos y éteres son las moléculas más
volátiles; los alcoholes y los ácidos los menos volátiles y en un
nivel medio aldehídos, cetonas y esteres.
Al principio del s.XX aún se usaba tintura de
almizcle natural en perfumería, para fabricar extractos, porque era
el mejor fijador; actualmente se usan almizcles sintéticos que
también son buenos fijadores, como en general cualquier químico
aromático que se presenta en forma cristalina o cualquier aceite
esencial que posea una densidad casi viscosa.
Las sustancias
resinoides son usadas muy frecuentemente como fijadores porque actúan
reteniendo el perfume al crear una película sobre la superficie de
la piel. Las resinas contienen resinoides que son ricos en grupos
hidroxi-; las maderas también se usan por sus buenas propiedades
para la fijación.
Una lista de materias que suelen usarse por sus
propiedades para la fijación:
A: QUÍMICOS AROMÁTICOS:
-Aldehído C 18, llamado aldehído-coco- es un fijador
y también tiene la capacidad de “edulcorar”
-Cedrol en grado
comercial
-Civetone es un buen fijador en perfumes florales y tipo
oriental, reproduciendo el absoluto de civeta.
-Cumarina, suele
usarse como tal
-Etil-vainillina, es muy potente como edulcorante
y fijador, facilmente puede dominarlo todo si no se mide bien. La
vainillina también puede usarse.
-Exaltolide, es un tipo de nota
almizclada que se puede usar como fijador en pequeñas
dosis.
-Hidroxicitronelal, es un “clásico” que funciona como
fijador de carácter fresco.
-Muscona, es el principal
constituyente del almizcle natural, cumple funciones de
fijación.
-Acetato de vetiverilo
ACEITES ESENCIALES Y EXTRACTOS AROMÁTICOS:
-Ambreta o Hibisco es lo más parecido al almizcle en
el reino vegetal.
-Benjuí, buen fijador en florales
ligeros.
-Resinoide de gálbano
-Resinoide de
olibanum
-Resinoide de opopanax
-Bálsamo de Perú (Myroxylon
pereirae)
-Resinoide de styrax (Liquidambar orientalis)
-Bálsamo
de Tolú y su resinoide ( Myroxylom toluifera)
Las propiedades de los productos de extracción-
Los extractos obtenidos
de las plantas y drogas vegetales por medio de disolventes volátiles
son denominados, generalmente, como “resinoides”, aun cuando los
distintos fabricantes de sustancias odoríferas han introducido estos
productos en el mercado con denominaciones determinadas, como, por
ejemplo, Clairs, Extrole, Remodore, Comodore, Resinole, etc como
marcas de fábrica.
Además de las
sustancias odoríferas, estos resinoides contienen también las
resinas y ceras inherentes a aquellas, las cuales son, sin excepción,
fijadores realmente ideales para los perfumes para jabones, dado que
protegen ampliamente, tanto físicamente como químicamente, a sus
componentes.
La excelente capacidad
fijadora de las resinas y los bálsamos es de sobra conocida desde
hace ya mucho tiempo, pero hasta hace algunos decenios se limitó al
empleo de las drogas suministradas por la naturaleza en una forma que
hiciera posible una mezcla directa con otras sustancias odoríferas.
Este es el caso en la
resina de Benjuí, el Bálsamo de copaiba, la resina de Elemí, la
resina de Gálbano, la resina de Ládano, la almáciga, la resina de
Mirra, el bálsamo de Perú, el Estoraque, el bálsamo de Tolú, la
resina de incienso, la cera de abeja y el escualano.
Otras drogas olorosas
solían ser empleadas solamente en forma de infusiones alcohólicas
derivadas de las mismas, las más conocidas de estas drogas son el
ámbar, el musgo de encina, la raiz de iris, la baya tonka.
En la preparación de
compuestos alcohólicos para perfumería, tales como extractos,
lociones, aguas capilares y bucales, las citadas drogas o sus
soluciones han prestado excelentes servicios.
Las impurezas contenidas
en las resinas y los bálsamos eran eliminadas por medio de filtros,
lo mismo que los componentes insolublres de las drogas empleadas en
forma de infusiones, sin que por esto se perdiera el alcohol
utilizado como disolvente.
Al empleo en los
perfumes para jabones se oponen mayores dificultades: los bálsamos
obtenidos en forma de líquido espeso son relativamente fáciles de
purificar mediante filtros pero, o bien poseen un olor poco
atractivo, por ejemplo el bálsamo de copaiba o bien tienen un
carácter demasiado fuerte y típico, como el bálsamo de Perú*,
para que puedan encontrar un empleo más amplio.
*Los citados bálsamos (
copaiba y perú ) son potencialmente alergénicos y su concentración
está limitada por la normativa de la UE.
Las resinas sólidas
eran empleadas asimismo en forma líquida, a saber, como tinturas del
10 al 25 % purificadas previamente, por medio de la filtración de
sus impurezas ( pedacitos de madera, arena, tierra )
Sin embargo con el
empleo de estas tinturas resinosas e infusiones de drogas debían
aceptarse siempre 2 desventajas:
las soluciones
alcohólicas filtradas no contienen apenas ceras, con lo cual
pierden una parte de su capacidad de fijación
además el alcohol
que se pierde en el jabón encarece en gran manera las adiciones de
drogas.
Así, por ejemplo, una
infusión de musgo de encina preparada de 20 partes en peso de musgo
y 80 partes en peso de alcohol, sólo contiene 0,3 - 0, 6 % de
sustancia odorífera.
Una infusión de raíces
de iris, preparada con 250 gr de polvos de raíces de iris y 1 litro
de alcohol, contiene sólo aproximadamente 0,05 gr de esencia de iris
( irona ) o sea, una proporción aproximada del 0,005 %.
La manera como estas
pequeñas concentraciones de sustancias odoríferas actuarían en la
práctica, lo aclararán los siguientes ejemplos:
para el perfumado de
100 kg de jabón de tocador serían necesarios 1 kg de una
composición de una sustancia odorífera, por ejemplo ( Chypre o
Fougere ) que contenga el 10 %, es decir, 100 gr de un resinoide de
musgo de encina de primera clase.
para conseguir el
tipo de un conocido jabón de violetas francés, para el perfumado
de 100 kg de jabón se emplean 800 gr de un resinoide de iris muy
fino, junto con otras sustancias odoríferas. Tal como los demostró
la titulación de este resinoide con una infusión de raíces de
iris ( comparación de las intensidades de olor ) para conseguir el
mismo efecto hubierna sido necesarios 80 litros de infusión.
Por consiguiente, es
comprensible que las infusiones de drogas, como componentes de
perfumes de jabones no son dignas de tenerse en cuenta, su verdadera
acción odorífera no guarda proporción con los costes que habría
de ocasionar la pérdida del alcohol, por lo cual es conveniente
prescindir, por completo, de las dificultades técnicaas de tal
método de trabajo.
En las antiguas fórmulas
para jabones finos de tocador se ve a menudo que, además del
perfume, se adicionan también al jabón drogas pulverizadas, como,
por ejemplo, raices de iris o de musgo de encina. Como es fácil
comprender, estas adiciones representan entre el 5 - 10 % de la masa
de jabón, perjudicando a menudo, en gran manera, el aspecto y el
poder espumante del jabón.
La técnica del
perfumado se encontró ante un gran número de nuevas posibilidades -
particularmente en lo concerniente a jabones - cuando aparecieron los
resinoides en el mercado.
La gran industria química
ofreción a los fabricantes de sustancias odoríferas gran número de
disolventes completamente volatiles ( hexano ,heptano, etc ) que,
además eran relativamente baratos, y que con los métodos cada vez
más perfeccionados de extracción sacaban de las drogas todos los
componentes solubles, para ser luego recuperados en su mayor parte.
De este modo, la
industria de sustancias odoríferas pudo ofrecer al perfumsita
extractos que no sólo poseían todas las cualidades de las drogas de
valor para él, es decir, las olorosas y las fijadoras, en una forma
pura y concentrada, sino que asimismo podían ser elaboradas
fácilmente con las otras sustancias odoríferas, debido a su
permanente intensidad y miscibilidad y también dosificadas
exactamente.
Prescindiendo de estas
ventajas, los productos de extracción reproducen el olor natural de
la plante o la droga de un modo muy perfecto, lo cual no ocurre con
los aceites esenciales. Este fenómeno puede explicarse por el hecho
de que en el complejo oloroso de la planta participan también
asociaciones completas de las sustancias odorífera con las resinas,
las cuales son destruidas por la destilación al vapor de agua. Sólo
los componentes volátiles son obtenidos en el aceite esencial, en
tanto que las ceras y los componentes resinosos permanecen en la
caldera de destilación. También del aceite esencial se pierde una
parte, a saber, los componentes más fácilmente solubles en agua,
como ocurre con el alcohol feniletílico, dado que permanece disuelto
en el agua de destilación.
Por consiguiente, la
introducción de resinoides en la perfumería ha enriquecido a ésta,
no sólo en un buen número de valiosos fijadores, sino, también, en
muchas y nuevas sustancias odoríferas naturales, pues aun cuando los
extractos presenten un tipo de olor paracido a los componentes de los
aceites esenciales, los olores no son nunca idénticos, e, incluso,
se distinguen esencialmente entre sí en muchos casos. Al comparar
entre un aceite esencial y una essence absolute, preparada del
correspondiente extracto (resinoide ), eliminando las ceras y resinas
por la via fría, se hace más manifiesta esta diferencia.
Por esta razón, no
siempre es posible expresar exactamente la intensidad de olor,
respecto al rendimiento de un resinoide mediante la intensidad
conocida del aceite esencial. Tampoco puede afirmarse que, por
ejemplo, 6 gr de resinoide de Patchouly equivalgan a 1 gr de esencia
de Patchouly, como suele decirse, ni que 1 parte de geraniol
correspondan a 2 partes de citronela de Java.
En realidad, por su
contenido en resinas y ceras prácticamente inodoras, la intensidad
efectiva de olor de los resinoides es siempre menor que la de los
correspondientes aceites esenciales.
Como ya se ha dicho
antes, el conocimiento de los productos de extracción respecto a la
posibilidad de elaborarlos con composiciones más baratas, es de
fecha relativamente reciente. Bien puede esperarse que, poco a poco,
los resinoides vayan desplazando a los aceites esenciales de los
formularios para los perfumes de jabones. Esto no deberá constituir
una
inesperada manifestación
de la moda, surgida como consecuencia de una incondicional
predileccion por toda novedad con respecto a lo que es antiguo, sino
que será el resultado de un desarrollo loable, que significará un
real mejoramiento y enriquecimiento de lo ya conocido.
El empleo en perfumería
de un aceite determinado sólo está justificado cuando se desea
obtener su típico olor, distinto de los aceites esenciales intactos,
o en determinados casos, cuando la presencia de terpenos pudiera
resultar molesta, quizá por su mala solubildiad en alcohol diluido o
por su tendencia a la resinificación.
El perfumista debe tener
siempre en cuenta que, como componente de perfumes debe preferirse
fundamentalmente un producto natural, lo menos trabajado posible a
otros productos rectificados, deterpenados, decolorados, o absolutos
( es decir liberado de resinas y ceras ) a no ser que una aplicación
determinada tenga una especial elaboración o parcial destrucción
del producto de destilación o extracción.
Dado que la presencia de
resinas y ceras en el jabón no sólo da lugar a ninguna
perturbación, sino que casi siempre proporciona ventajas para el
perfume - en tanto lo permita el efecto aromático deseado - debe
preferirse en casi todos los casos, el empleo de un resinoide al del
correspondiente aceite esencial en la composición de un perfume para
jabones.
El menor rendimiento de
los perfumes para jabones que contienen muchos resinoides y que, por
ello son ricos en resinas y ceras de olor débil, o incluso resultan
inodoros, en lugar de una adición del 0,25 - 1 % de mezcla de
sustancia odorífera suficiente en un perfume altamente concentrado,
pueden adicionarse al jabón, sin peligro alguno, un 3 - 5 % de
composiciones ricas en resinas o ceras.
La coloración más
oscura del cuerpo del jabón, casi siempre inevitable cuando se
emplean generosamente los resinoides, la aceptará incluso, un
público exigene, si puede convencerse de la bondad, estabilidad y
adherencia del perfume.
Los grandes éxitos
alcanzados por los más renombradas marcas de jabones de tocador en
el mercado mundial, demuestran que todos los países, cuando el
perfumado es de primera categoría, no es considerado como molesto el
color del jabón aunque aquel no sea muy atractivo.
Como ejemplos clásicos
de lo que decimos pueden citarse los diversos jabones de Roger de
Calet, el jabón de Lavanda de Yardley, así como la mayor parte de
los jabones de lujo de fantasía de Coty, Houbigant y Guerlain.
Para terminar, debemos
llamar la atención sobre las grandes ventajas de los resinoides como
componentes de los perfumes para jabones: un jabón de tocador
realmente bien perfumado no sólo debe presentar un fino olor como
tal ( “ en el pedazo” ) y conservarlo durante el uso, sino que
también después del lavado debe conservar su perfume sobre la piel.
Este efecto sólo puede conseguirse usando componentes insolubles en
agua, fuertemente fijadores, es decir, de manera ideal.. los
resinoides.
En conclusión:
Un perfume de jabones
capz de satisfacer las más amplias exigencias, no se consigue tanto
por la intensa fijación de una mezcla de sustancias odorantes
previamente preparada, como por el apropaido perfumado de un fijador
adecuadamente compuesto, elaborado, a ser posible con resinoides.
Con este principio
técnico de la composición hemos rozado la pregunta de validez
general respecto a la manera cómo es creado, en realidad, un perfume
para jabones. Por lo general, se muestran aquí, 3 posibilidades:
1º La composición
de un perfume especialmente apropiado para jabones.
2º La modificación
de una composición de perfumes escogida para extractos, lociones,
o cosméticos, para su empleo en jabones.
3º La imitación de
un perfume de jabones ya existente.