Fijación y adsorción
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artículo basado en el original publicado en La Parfumerie
moderne - Vol 36 1948 - 1949 -
Introducción
Los perfumistas han constatado que la adición de ciertos cuerpos a
sus preparados hechos de aceites esenciales y compuestos sintéticos,
les hace ser más tenaces y más persistentes.
Los físicos han intentado establecer teorías que expliquen el
fenómeno, más la diversidad misma de cuerpos existentes les llevó
a establecer múltiples interpretaciones e hipótesis.
T. Ruemelle ( 1948 ) atribuye de una forma clara los efectos de la
fijación a la adsorción de un cuerpo odorante sobre otro cuerpo
igualmente odorante, pero otorgando las propiedades del primero.
Digamos que se debe a la adsorción. Los trabajos de Langmuir y de
Devaux ponen en evidencia el hecho de que toda superficie sólida
pura es, justo a una distancia muy pequeña ( 10-7 a 10-8
) la sede de un campo de fuerzas atractivo más o menos
intenso.
Podemos entender que las moléculas pasan por el campo sintiendo su
influencia y siendo captadas por la superficie sobre la cual se
fijan. Toda la superficie puede cubrirse de moléculas extrañas.
Finalmente, la actividad de la superficie se satura, las fuerzas
atractivas son neutralizadas por las moléculas adsorbidas y existe
una mezcla cuasi homogénea que tiene ciertas propiedades del cuerpo
adsorbente.
Estos estudios son la base de nuevas teorías sobre el engrasado y
explica la adherencia de aceites sobre los metales, y ello explica
los fenómenos de flotación sobre las superficies contaminadas y es
utilizado para explicar la formación de emuliones. En efecto, en lo
que concierne a la cosmética, conocemos los cuerpos que tienen una
afinidad por los lípidos, otros por el agua. En materia de
perfumes, existen de forma incontestalbe variedades que pueden
adsorberse sobre otras variedades, las menos volátiles, los más
viscosos y otros todavía tienen la capacidad de fijar a su
superficie o a su interior, los cuerpos más volátiles, más
fluidos, etc.
Ruemelle cita, por ejemplo, el caso de la mezcla de cumarina y
heliotropina, el olor final de la mezcla no es proporcional a la
cantidad de uno y de otro. El olor de la heliotropina se pierde muy
rapidamente. El hecho se explica por la formación de una capa
monomolecular de heliotropina que rodea la cumarina.
Es decir la superficie de los cristales de cumarina presentan un
campo de atracción intenso, la heliotropina será regularmente
adsorbida sobre la superficie y el olor de la heliotropina se
empezará rápidamente a percibir mientras que el de la cumarina será
fácilmente escondido.
D. Dervichian presentó, de forma análoga, el resultado de sus
estudios en Industria de la Perfumería Mayo / Junio 1949. Sin
exponer de un modo particular sus conclusiones del problema de la
fijación, sin embargo dice:
" De una forma general, por las afinidades comparables, los
cuerpos de los menos volátiles, como los menos solubles son los que
se adsorben mejor, es decir se fijan más abundantemente en
detrimento de una sustancia en los estados de disolución o gaseoso."
Los cuerpos fijadores son, en efecto, a menudo escogidos entre los
menos solubles. Los perfumes por el contrario deben expandir una capa
gaseosa a la atmósfera. Por tanto, existe una cierta controversia de
que la viscosidad sea el principal factor responsable de la fijación.
El efecto mecánico de la fijación resulta confuso, tanto que R.
Frilman pudo establecer que la viscosidad es la causa del efecto
fijador: sólo las sustancias que aumentan la viscosidad de una
mezcla pueden ser consideras como fijadores. Cuando el disolvente se
evapora, se forma una película que impide la evaporación de otros
constituyentes aromáticos. Los fijadores proporcionan a un perfume
las propiedades de un barniz.
Ruemelle ha establecido muchas medidas relativas a las viscosidades
de los aceites esenciales y añade:
" no es posible tener en cuenta que la viscosidad, porque la
tensión superficial de cada cuerpo es muy diferente, también se
propuso medir el número de gotas por centímetro cúbico, la
capilaridad esta igualmente en relación con la viscosidad de las
esencias y con la tensión superficial y podemos ajustar bien estas
medidas con las precedentes".
Nosotros perferimos volver a la concepción de Arno Müller,
denominada por él La teoría del Parageneuse ( La Teoría del
Bizcoho ) y es quien se aproxima más a la teoría de Darvinian.
Según Müller, toda molécula volátil de sustancia odorante debe
estar más o menos vinculada a las moléculas en calidad de
adsorbente ( tipo bizcochito ), esto explica así también la
complejidad del fenómeno de la olfacción, donde el carácter
particular no se mantiene que por ahora, dependa de leyes generales.
Cita el caso de una superficie de alcohol feniletílico espolvoreada
de estearato de cinc ( muy adsorbente ) que se encuentra
espontáneamente rota por una traza de aldehido decílico.
Teniendo en cuenta las diferentes teorías aceptadas en el momento
actual, Ruemelle acepta dividir los fijadores en varias categorías:
- Autofijadores
- Pseudofijadores
- Cuerpos estimulantes
- Catalizadores
- Fijadores verdaderos
Los autofijadores tendrían la propiedad de retardar la evaporación
de los constituyentes más volatiles. Los musc sintéticos serían
los representantes.
Los pseudofijadores serían los cuerpos cristalizados que actúan
como agentes difusores: ésteres ftálicos, cinámicos, benzóicos y
salicílicos.
Los estimulantes serán los portadores de agentes odorantes
Los verdaderos fijadores, por su propia naturaleza coloidal o por su
poder de adsorber o impedir la evaporación de los componentes más
volátiles previenen de toda evaporación prematura.
Las resinas y las ceras son sistemas suspendidos dispersos y su
poder de adsorción es considerable. La causa real del poder de
fijación en estos cuerpos se basa en un fenómeno de adsorción. Es
probable que no solo la forma de la molécula entre en juego, más
que ciertas propiedades fisicoquímicas y vamos a precias la
humectabilidad preferencial por diversos solventes.
Diferentes observaciones hechas por los técnivos no perfumistas
tienden a hacer esta explicación válida, Clayton, Bach, Johnson y
More comprobaron en 1936 que se deba probablemente a un fenómeno de
superficie lo que impide la cristalización de los ácidos grasos (
lo que se denomina el marchitado de las flores ) y esto justifica que
por ejemplo, al chocolate se le añada lecitina.
Los absolutos de las flores, extraídos por disolventes volátiles,
a parte de los constituyentes volátiles que los representan tienen,
de forma general, casi la mitad del peso de constituyentes de
naturaleza poco volátil, la alta viscosidad juega aquí un papel
análogo al de los fijadores.
Extraídas por aceites y grasas animales, los absolutos de flores
parecen contener, por expresión d los alcoholes grasos o de los
ácidos y parecen contener compuestos fijadores que aportan las
mismas proiedades.
Los constituyentes no volátiles, más solubles en alcohol, del
musc, del ámbar, de la civeta son el mismo caso.
Estas diversas constataciones proponen orientar la investigación
química en el sentido de la preparación de nuevas materias primas
de alto peso molecular y constitución compleja y biológica.
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