TEMA
7.- EFECTOS COMPLEJOS DE LOS AROMAS DE FLORES.
21/04/2015
José
Luis Vaquerín - Nez -
Efectos complejos de los aromas de flores.
Vamos a estudiar ahora de qué tipo pueden ser los efectos que
se provocan mediante la combinación de percepciones olfativas.
Para ello es necesario,
ante todo, considerar de qué manera reacciona nuestra sensibilidad
ante los distintos efectos que se presentan simultáneamente.
De acuerdo con los
grupos olfativos formados según las características comunes, hemos
podido distinguir 4 tipos distintos de efectos olfativos, de los
cuales, cada vez, dos están entre sí en directo contraste. Cada
distinto grupo olfativo aparece, de otra parte, contiguo a los otros
dos, lo cual ha sido expresado también en determinados grupos
olfativos situados entre 2 grupos, los cuales no sólo reúne entre
sí las características olfativas específicas de ambos grupos, sino
también de sus efectos. Ahora intentaremos describir y designar
estos efectos combinados de cada dos efectos olfativos contiguos, los
cuales muestran un carácter homogéneo, lo mismo que las
percepciones olfativas a ellos correspondientes.
Para esta tarea nos será
de gran ayuda una representación gráfica, la cual basaremos en las
experiencias que hemos conseguido hasta la fecha sobre la
contrastación o vecindad de los distintos grupos olfativos, los
cuales hemos podido identificar con los 4 tipos de efectos.
El esquema así formado
debe expresar el contraste existente entre los grupos I y III; es
decir entre los efectos erógenos y antierógenos, así como entre
los G - II y G - IV, o sea efectos narcóticos y estimulantes, del
mismo modo como la vecindad de los distintos grupos en la sucesión
insinuada ya por la numeración, de modo que también los grupos
olfativos que reúnen en sí las propiedades de 2 grupos pueden
encontrar el lugar que les corresponde.
A estas necesidades
corresponde el siguiente esquema en el cual los grupos olfatorios
correspondientes a sus respectivos efectos han sido designados por la
antigua numeración.
Del gráfico arriba
indicado podemos deducir, ante todo, que también en los efectos
combinados existen contrastes directos, caracterizados por su
confrontación; las designaciones olfativas frutoso - pulverulentas o
especioso - melosa forman asímismo, los polos y contrapolos, lo
mismo que las denominaciones de efecto erógeno - antierógeno o
narcótico - estimulante.
Vamos a caracterizar
también las designaciones olfativas situadas entre los grupos
olfativos, mediante las correspondientes designaciones de efecto, de
modo que con ello se exprese su respectiva posición.
Es evidente que no
existe ninguna duda, acerca de que los aromas “mentosos” tienen
un efecto fresco.
Puesto que la aparición
de un efecto fresco, casi siempre es fácil de identificar por los
componentes “estimulante” ( despertante ) y antierógeno (
reavivador, refrescante ) que intervienen en su formación, nosotros
utilizaremos la expresión “FRESCO”, para designar este efecto
combinado.
Si designamos el efecto
situado entre “antierógeno” y “estimulante”, formado por
estos 2 componentes como “fresco”, se deduce de ello la necesidad
de designar como SOFOCANTE el efecto contrapuesto de acuerdo con el
lenguaje utilizado en perfumería y también en general al hablar de
olores.
Realmente, la
experiencia nos ha enseñado que las composiciones que contienen
componentes aromático floridos o balsámicos, así como animales y
que dejan que predomine esta combinación, provocan un efecto de
BOCHORNO, es decir son desigandos generalmente como SOFOCANTES.
Antes de pasar a
denominar el otro parde efectos combinados, vamos a recordar primero
que - como ya hemos demostrado- partimos del justificado punto de
vista de que todo perfume debe representar un afrodisíaco; de modo
que, en primer lugar, son decisivos sus efectos sobre nuestra vida
sensorial erótica para sentar un juicio y, por tanto establecer su
denominación.
Desde este punto de
vista, podemos considerar como “REFRESCANTE” o “CALMANTE” un
efecto que es adormecedor, relajador y al mismo tiempo, refrescante y
revivificador; en estas 2 direcciones de efecto no se esconde ningún
contraste insociable, puesto que, por ejemplo, hablamos con razón de
un sueño refrescante.
Contrariamente a esto,
existe un efecto estimulante, incitante y activador que es, a la vez,
erógeno.
Este efecto combinado,
el tipo del cual resulta ciertamente claro para que precise de una
ulterior explicación, lo designaremos como EXALTADOR.
De este modo hemos
encontrado denominaciones para todos los tipos de efectos olfativos
que ejercen alguna acción sobre nuestra sensibilidad erótica, y
podemos representar gráficamente su mutua posición en un esquema de
efectos olfativos, ya cerrado según la figura que a continuación se
adjunta:
En este esquema, los
distintos efectos, y por consiguiente, los distintos grupos de
sustancias odoríferas que provocan estos efectos, aparecen
complentamente equivalentes entre sí. Sin embargo, éste no es, en
modo alguno, el caso en la perfumería práctica.
En perfumería, la
experiencia nos enseña que las sustancias odoríferas narcóticas -
entre ellas se cuentan también las de efecto bochornoso y calmante,
por sus componentes narcóticos - juegan un papel principal sobre
todo en los aromas de flores, pero también en los otros gratos
aromas naturales, y asímismo en la mayoría de las creaciones de
fantasía del perfumista. Por lo general, forman el fondo, es decir,
la BASE DEL PERFUME.
Después de los olores
narcotizantes, las sustancias odoríferas estimulantes - también
podrían decirse antinarcóticas - juegan el papel más importante en
los complejos aromáticos naturales. En el arte de la composición -
particularmente, en el moderno, desplazan, incluso en algunos casos,
a los narcóticos de la privilegiada posición que ocupan.
Los componentes erógenos
juegan un papel más importante en los aromas de flores, y los
antierógenos en las sustancias odoríferas vegetales, que los
matizadores de olor y efecto; pero sólo en casos excepcionales - en
las esencias de coníferas, en las esencias de menta piperita, en la
esencia de eucalipto y en las drogas animales - son principios
aromáticos portadores naturales de aroma y no forma nunca el fondo
de perfumes en su más estricto sentido (extracto, aguas de tocador )
El efecto refrescante y
purificador ( desodorizante ) de las sustancias odoríferas
antierógenas se pone de manifiesto exclusivamente en las
composiciones que sirven a fines higiénicos, es decir, por ejemplo
en los artículos bucales y dentífricos, perfumes para la
purificación de aire y para las sales de baño.
El efecto de las
sustancias odoríferas narcóticas corresponde al de otros narcóticos
ligeros; el cual se expresa en una disminución de la capacidad
lógica de pensar, por lo cual, la razón “sobria” cede el lugar
a una incrementada sensibilidad para las impresiones sensoriales. Las
claras percepciones de la realidad y sus reflejos van mezcladas a
imágenes de la fantasía, son influidas por éstas o, incluso, son
desplazadas.
La conciencia enturbiada
o adormecida hace posible el despertar de la subsconciencia. De este
modo, los instintos primitivos afloran en escala creciente a la
superficie, en la misma medida que son excluidas, o cede, por lo
menos,la influencia de una serie de inhibiciones aprendidas, como el
sentido del deber, del pudor, etc.
Si tenemos a la vista el
papel de un perfume como afrodisíaco, debemos comprobar que las
sustancias odoríferas de efecto narcótico - lo mismo que los otros
narcóticos - tal vez no sean erógenas en sí, pero pueden hacerse
particularmente sensibles en las percepciones de acción erótica.
Es de fundamental
importancia, y conviene destacar, que no son siempre percepciones
olfativas, la acción erótica de las cuales puede ser facilitada y
reforzada por los narcóticos, sino que pueden intervenir, también,
percepciones visuales, auditivas o táctiles.
Por consiguiente, si un
perfume contuviera exclusivamente componentes de efecto narcótico,
su aroma sólo no podría ser entonces nunca afrodisíaco, sino que,
simplemente, podría reforzar en su efecto otras impresiones
sensoriales erógenas simultáneas o también imágenes de la
fantasía.
El uso del incienso en
muchos pueblos civilizados de la antigüedad todavía hoy en Oriente
y en nuestras iglesias, hace posible, por su efecto narcotizante, una
especial sensibilidad para los sentimientos religiosos, dado que con
el empleo de sustancias odoríferas narcóticos van unidas
percpeciones visuales del culto - manipulaciones rituales, imágenes
sagradas, etc y la audición de oraciones, cánticos religiosos o las
palabras del curilla.
Los mismos aromas
empleados en la actualidad en Oriente, muchas veces sirven de la
misma manera - en forma de incienso - en los bailes, en los
dormitorios o en las habitaciones destinadas a mujeres como
afrodisíaco.
Un perfume compuesto
exclusivamente de alcoholes de rosas ( narcóticos ) no cumple su
efecto (erógeno ) hasta que lo percibimos en una mujer hermosa, o
vemos a la vez , la rosa, el color rojo oscuro de la cual nos hace
pensar en los labios y por consiguiente en el beso, y sus bellas
formas, en la figura de una atractiva mujer.
Del mismo modo que las
sustancias odoríferas narcóticas, también a las de efecto
estimulante les corresponde una función sólo preparatoria o
reforzante en el marco de un perfume.
La capacidad de
asimilación de las percepciones erógenas es incrementada al
despertarse y excitarse el sentido del olfato, lo cual permite
reaccionar ya a las más débiles impresiones.
En una combinación de
los aromas narcóticos y estimulantes se encuentra el caso de un
contraste de efectos.
Hay que diferenciar
claramente CONTRASTE DE EFECTOS Y CONTRASTE DE AROMAS, que no tienen
que ser, en modo alguno, idénticos, aún cuando pueda darse también
esta condición en una serie de casos. Así, por ejemplo, es evidente
que el citral o la vainillina, o el linalol y el salicilato de amilo,
poseen aromas contrastante, pero encierran los mismos efectos, o sea
estimulantes o narcóticos.
De otra parte, por
ejemplo, el benzaldehido ( estimulante ) y el alcohol anísico (
narcótico ), o la ionona ( narcótico ) y la metilionona
(estimulante ) poseen efectos contrastantes, pero no forman, en modo
alguno, contrastes olfativos.
Si por un contraste
olfativo, cualquiera que sea éste, aparecen ambos componentes
reforzados, esto no ocurre en los efectos opuestos, éstos pueden
ponerse de manifiesto, ya sea independientemente el uno del otro, o
bien suavizarse entre sí, pero nunca se pueden anular por completo.
Por consiguiente, a
diferencia de las percepciones olfativas, los efectos pueden
debilitarse entre sí mutuamente en ciertos casos.
Los efectos vecinos -
estos se deducen claramente del esquema de efectos olfativos- dan una
resultante, la intensidad de la cual corresponde a la suma de las
intensidades de los componentes.
Si a un efecto narcótico
viene a unirse otro que sea erógeno, resulta de esa unión un efecto
que designamos como SOFOCANTE.
La incrementada
sensibilida a las impresiones sensoriales debido a la influencia de
los olores narcóticos, así como a la fantasía desencadenadas, es
influída en su orientación por los olors erógenos.
Si a este complejo de
efectos se añade todavía un estimulante olfatorio, su influencia se
pone de manifiesto, reavivando la fantasía sexual y activando los
sentimientos eróticos.
Esta combinación de los
tres efectos olfatorios puede concebirse, también, como un acorde
formado por los 2 efectos combinados “SOFOCANTE” (narcótico +
erógeno ) y “EXALTANTE” (estimulante + erógeno ), llegando de
este modo al mismo resultado.
El efecto de los olores
antierógenos es siempre relativamente fugaz con respecto a la
volatilidad de las sustancias odoríferas que lo provocan.
Su tarea consiste, ante
todo, en la excitación de las impresiones olfativas molestas, que
trae consigo nuestro ambiente en la vida normal. El olor de nuestros
vestidos o alimentos, un olor corporal demasiado intenso, etc deben
ser primero enmascarados, para permitir poner completamente de
manifiesto el efecto de un perfume.
Como ya hemos
comprobado, por la combinación de olores antierógenos con
narcóticos se origina un efecto tranquilizador, y por los olores
estimulantes, un efecto refrescante. Tampoco estos efectos combinados
son persistentes, sino que después de la introducción ( “PUNTA”
) generalmente antierógena, de un perfume, sólo forman la
transición hacia el fondo, que hasta la desaparición de la
composición se altera, casi siempre, algo en su olor, pero apenas en
su efecto.
fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.