TEMA
1 .- MAMÁ!!! QUIERO SER PERFUMISTA
12/01/2015
José
Luis Vaquerín - Nez -
Prólogo
De repente nos
levantamos un día... con la mirada perdida tras una noche loka
y decidimos ser perfumista.... la verdad, no es necesario pasar una
noche loca, tal vez el deseo, la ilusión, los sueños de hacer algo
que realmente nos guste puede motivarnos. Pero a la hora de acceder a
una formación en perfumería profesional nos encontramos, cuanto
menos, que la formación que se nos ofrece es de alto standing, en
Paris o Grasse a 30.000 € al año, algo en Barcelona y Madrid a
10.000 € y cosillas de jipis a menos precios.
Si tenemos el arrojo de
intentar encontrar una buena información nos perdemos en la maraña
de miles de páginas, de artículos, de libros, de revistas, de
foros.
Y la cuestión acerca de
cómo acceder a los conocimientos en perfumería se convierte en una
tarea excepcionalmente dificultosa, existen miles de libros.. pero
cuáles son los mejores?
La verdad, existen miles
de títulos y muy buenos.. pero muy pocos tratan la formación de un@
perfumista de una manera ordenada y comprensiva, estructurados para
que podamos ir ampliando nuestros conocimientos.
Mis guías en el mundo de
la perfumería se encuentran en los finales del siglo XVIII y albores
del siglo XIX, es cierto... las fuentes de información son de hace
150 años.
Los motivos de
retroceder tanto en el tiempo se basan en 2 motivos principales:
- la pérdida de
identidad perfumística producida por la irrupción de las materias
primas sintéticas.
- la vertiginosa
influencia de las grandes trasnacionales del sector que provocaron un
alejamiento de las fuentes primigenias de conocimiento.
Por estos motivos, ha
sido muy difícil para l@s jóvenes
perfumistas encontrar unas vías libres para la formación, y mucho
menos fácil fue acceder a las grandes escuelas, sí... esas que
atesoran la grandeza de un prestigio histórico como las famosas
escuelas de París, de Grasse, de New York, de London, de
Barcelona.... etc
Pero ahora, hemos venido
para quedarnos, nosotros somos de la Escuela Perfumística
Beeflower´s Parfumariè, pequeña pero guerrera, nacida hace
unos años en Horche - Guadalajara- y en Ejea de los caballeros -
Zaragoza - amparadas bajo la tutela natural de los apicultores, que
entendemos saben mucho de flores... tanto que lo han aprendido
directamente de las abejitas.
Somos una corriente
silvestre, inconformista, independiente a los dictados de la moda,
seguidores del medio ambiente, respetuosos con los animalitos, con
los derechos de las personas y con el desarrollo rural. No tenemos
grandes escuelas, tenemos miles de hectáreas de medio natural donde
recabamos nuestros datos, nuestras floraciones de lavandín, de
romero, de mil flores, de azahar... surge así el contacto directo
con la naturaleza.
Pero el mundo de la
perfumería es opaco, nadie nos da un pase, ni siquiera de forma
temporal, hemos de observar atentamente nuestro entorno. Buscar de un
guía o tutor que nos adentre en el mágico mundo de la perfumería.
Tenemos que adentrarnos
en las técnicas de composición y de fabricación de perfumes. Pero
antes de conocer estas técnicas debemos conocer la verdadera esencia
de la razón de ser de la perfumería.
No quiero hacer mías
las palabras de mi maestro perfumista, el Dr. Paul Jellinek,
autor de numerosos libros fundamentales en la formación de nuevos
perfumistas, en su libro Prakticum des modernen
Parfumeurs nos indica:
“ La
tarea del perfumista, casi siempre sólo sospechada y quizá
reconocida por algunos, de servir como afrodisíaco de acción a
través del sentido del olfato, no fue nunca abiertamente expresada -
lo que quizá pueda atribuirse al pudor - y mucho menos tratada con
la debida atención.”
Bueno, bueno.. parece
ser que el objetivo de la perfumería es seducir... y podemos suponer
que sólo unos pocos maestros de nuestra especialidad sospechaban lo
que querían alcanzar, y conocían cuáles eran los medios que podían
servirlos para ese fin.
Dado que un maestro sólo
podía transmitir a sus alumn@s sus
conocimientos pero no sus sentimientos o esperanzas u oscuros deseos
podemos comprender fácilmente que los perfumistas en ciernes podían
aprender de sus colegas más experimentados, merced a la práctica y
también, por el conocimiento de la literatura y el desarrollo
histórico de la perfumería, sus bases fundamentales, las sustancias
odorantes naturales y sintéticas, su obtención, su representación
y composición, su estructura química, la composición de los
perfumes de fantasía más conocidos. Es decir, podemos llegar a
conocer todos los caminos y detalles de la perfumería pero esto no
quiere decir que conozcamos su objeto y más profundo sentido.
El / La perfumista sabe
como huelen las distintas sustancias odoríferas y los más
importantes complejos aromáticos de ellas derivadas, es decir, puede
representarse su olor, acordarse de él, identificar gracias al mismo
las sustancias odoríferas, e incluso, llevar a cabo análisis
olfatorios. Además, en el curso de nuestras prácticas podemos
copiar, es decir, expresar mediante la composición los olores que
ocupan nuestra mente.
Una vez que hemos
conseguido esto, hemos terminado nuestra práctica como perfumista,
ahora nuestra experiencia, habilidad y buen gusto - y algo de
casualidad y azar - deciden hasta qué punto podemos aspirar al
éxito y al reconocimiento en nuestro trabajo. Cosa nada sencilla o
muy sencilla en función de nuestras aspiraciones vitales.
L@s
maestros y los alum@s nos ocupamos de
los olores agradables, sin ocuparnos del verdadero fondo del
problema, es decir, sin estudiar los efectos de los olores sobre los
sentimientos humanos.
Por tanto, no es el
aroma de un extracto el que decide de un perfume, sino tan sólo el
efecto sensitivo que es capaz de provocar y hubiera podido explicar
una serie de fenómenos, todos ellos bien conocidos por el práctico,
pero que sin embargo han sido aceptadas por éste, simplemente, como
condiciones dadas, y cuyo resultado no se creyó necesario tener que
seguir estudiando, hecho que provocó su dilución en el tiempo y la
pérdida de la motivación inicial.
Este criterio justifica
plenamente, por ejemplo, los fracasos de olores de flores
perfectamente fieles como extractos, la importancia que tienen
algunas notas de olor, aun no siendo muy agradables, como por ejemplo
las notas animales, el indol y los aldehidos grasos como componentes
en los más diversos perfumes de flores y de fantasía y también el
hecho de que algunos determinados perfumes armonizan más o menos
bien con las distintas personalidades.
El estudio de los
efectos de los aromas se encuentra parte en el campo fisiológico y
parte en el campo sicológico ( aromacología ) y es para Paul
Jellinek tan importante como todo lo que hemos podido leer y aprender
de perfumería.
Por tanto, podemos calificarlo como uno de los verdaderos fundamentos de la perfumería.
Por tanto, podemos calificarlo como uno de los verdaderos fundamentos de la perfumería.
Perfumería,
cosmética y Psicología
La perfumería y
la cosmética, podemos pensar que la perfumería pertenece a la
cosmética o a la inversa. Lo importante es su íntima relación y
las miles de posibilidades que tenemos de ejercer la profesión,
desde el punto de vista del artesano, del científico o del artista.
Hoy en día, en muchas
empresas elaboramos los perfumes mediante la dilución en alcohol de
mezclas de sustancias odoríferas que hemos comprado a los
proveedores y que han sido preparadas para este fin. O las añadimos
a nuestra creaciones cosméticas para dotarlas de un olor agradable.
Pero la realización de estas prácticas nos aleja de la perfumería
de forma inexorable, perdemos la conexión y los objetivos últimos
de la esencia de l@s perfumistas.
Además, perdemos la
conexión con el trabajo científico y con las tareas artísticas, ya
que sólo podemos crear en la faceta de desarrollo de la marca o de
las estrategias de comercialización del producto.
El trabajo científico
lo desarrollan actualmente las empresas dedicadas al desarrollo de
las materias primas odorantes que luego nos venden y perdemos la
conexión con los fundamentos químicos, fisiológicos y médicos de
las nuevas sustancias.
El / La Perfumista es un
mediador entre el científico y el técnico, estamos en un limbo
donde podemos desarrollar nuestras actividades profesionales.
Debemos convertir en
productos específicos las distintas materias primas que nos facilita
la industria química o las materias primas personalizadas que somos
capaces de obtener de nuestro entorno ambiental. Estas materias
primas han sido elegidas con la finalidad de satisfacer las
necesidades de nuestra sociedad en términos de moda o transmitiendo
un mensaje que contribuya a nuestro desarrollo.
El / La perfumista
ponemos nuestro trabajo a disposición de la industria de la
perfumería y de la cosmética para que sean compartidas por la
sociedad.
Las condiciones previas
para este trabajo, que tiene que realizarse de una forma metódica,
es mantener un contacto estrecho con las personas que realizan el
trabajo científico y la sociedad con la finalidad de acercar las
creaciones de la industria a las necesidades de las personas.
Podemos trabajar en un
gran laboratorio o al aire libre, lo importante es que conozcamos
nuestro trabajo y tengamos una disposición y conocimientos
personales que nos permitan ponerlo en práctica, que sepamos
utilizarlos y además procuremos constantemente incrementarlos.
Además, tenemos que
conocer algo de química y algo de las técnicas de perfumería con
el objetivo de valorar adecuadamente los materiales y los medios a
nuestro alcance, y también conocer las posibilidades de la industria
para la que trabajamos, tanto desde el punto de vista técnico o
químico sino también farmacológicos o incluso médicos para poder
obtener unos éxitos reales y no casuales. Además debemos de tener
una sensibilidad artística que denote una sensibilidad estética y
una fantasía creadora.
Pero a pesar de todo,
tenemos que tener unos vastos conocimientos psicológicos e
intuitivos.
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